mercredi 8 décembre 2010

NATURALA VINIS 3



Para su tercera edición de Naturala Vinis, L'Ànima del Vi convoca a cuatro viticultores catalanes para haceros descubrir sus vinos naturales, todos elaborados sin aditivos y sin sulfitos.

Sabado 11 de diciembre a partir de la 17h00, pasad a encontrar a estos viticultores para entender mejor sus vinos y eligir los que acompañaran estas fiestas de fin de año!


MENDALL - Laureano Serres (Terra Alta)

CELLER ESCODA-SANAHUJA - Joan Ramón Escoda (Concà de Barbera)

CASA PARDET - Josep Torres (Costers del Segre)

VINYA SANFELIU - Jordi Sanfeliu (Costers del Segre)

lundi 15 novembre 2010

El Beaujolais Nouveau 2010 llega!

Como cada año y con una puntualidad de relojero, el Beaujolais Nouveau desembarca en las tiendas, bares y restaurantes de todo el mundo el tercer jueves de noviembre.

L'Ànima del Vi, fiel a esta tradición, os propondrá una vez más los Beaujolais de Jean Foillard, Karim Vionnet, Marie Lapierre (Château Cambon), y recibirá uno nuevo: Xavier Benier!



Para celebrar mejor la llegada del primer vino embotellado del año, el grupo Valentin Moya & Friends, featuring LLuís Gómez, vendrá el sábado 20 de noviembre para tocar su Jazz manouche a partir de las 18h00!

Nuestros Beaujolais Nouveau son todos elaborados sin aditivos y sin sulfuroso añadido, por supuesto!


El Beaujolais Nouveau no debe hacernos olvidar los grandes "terroirs" de esta región.
Así también podréis encontrar en L'Ànima del Vi estos diferentes vinos:

- Los Beaujolais-Villages y Chiroubles 2009 de Karim Vionnet
- Los Morgon 2008 (Côtes du Py y Corcelette) y Fleurie 2007 de Jean Foillard
- El Beaujolais-Villages Vieilles Vignes 2009 de Xavier Benier
- Los Morgon de Mathieu et Marcel Lapierre (recibiremos al principio de diciembre el Morgon, la cuvée Marcel Lapierre y el Vin de Pays des Gaules 2009!)


Os esperamos para disfrutarlos juntos!

lundi 18 octobre 2010

MARCEL LAPIERRE


La semana pasada, el cambio de luna nos trajo en Cataluña una tormenta violenta, pero no tanto como esta que sumergió el mundo del vino: la desaparición, lunes 11 de octubre, de una figura emblemática del vino natural y del Beaujolais, Marcel Lapierre.
Sabíamos que estaba enfermo, pero no queríamos pensar que nos podía dejar tan rápidamente, a solamente 60 años.

Recién salido de la escuela de enología, Marcel Lapierre tomó las riendas al principio de los setenta de la bodega familiar, incorporando las técnicas enológicas modernas que aprendió durante sus estudios. Mientras se daba cuenta como sus vinos no correspondían a los que conocía, encontró a Jules Chauvet, negociante del beaujolais, científico que apostaba entonces por la pureza aromática que solamente permitía el trabajo sin sulfuroso.

Es a este camino que Marcel Lapierre se entregó, a principios de los ochenta, con la firme voluntad de elaborar los vinos de sus antepasados, con el conocimiento científico que le permitía trabajar sin aditivos, que le permitía elaborar vinos naturales, sin el riesgo de perder toda o parte de su cosecha.

Rápidamente, hizo escuela y “contagio” a otros tres viticultores (Jean Foillard, Jean-Paul Thévenet et Guy Breton), convirtiendo el Beaujolais en una cuna del Vino natural.
Desde 2005, su hijo, Mathieu Lapierre, es cogerente de la bodega.

Por supuesto, Marcel Lapierre no fue el primero en elaborar vinos naturales, incluso desde hace algunos años eran criticados por el mero hecho de estar demasiado de moda, pero su empeño y su valentía en difundir esta otra manera de pensar el vino, su generosidad a la hora de llenar las copas, hacen de el un personaje clave en este mundo del vino natural, hasta tal punto que, en termino de enología, podemos hablar de un antes y un después Marcel Lapierre.

Deja huérfanos una gran cantidad de viticultores y bebedores; por mi parte, hace tiempo que no sentía una tristeza tan profunda.

(Esbozo de Núria Rodríguez Maymo)

lundi 6 septembre 2010

Entrevista de Gérard Chave en La Vanguardia del 06/09/10


Inimitables defectos

Gerard Chave imparte una lección de viticultura, pero también de vida, porque a los humanos nos pasa como a los vinos: con los años, la medida de nuestra personalidad la dan nuestros errores y así nos convertimos en nuestros inimitables defectos. Por eso erramos al intentar disimularlos, cuando, si alguien nos ama todavía, es por ellos. Les pasa igual a los viejos caldos, cuyas taras de juventud devienen en bodega con los años sublimes detalles de personalidad que sabrán apreciar los buenos catadores. Por eso, en vez de perseguir una aburrida y engañosa perfección, deberíamos esforzarnos en aprender a gozar de la infinita diversidad de lo humano... Y di "vino".

Gerard Chave, viticultor
"A veces hay que dejar que nos guíe el error"

Con los años, personas y vinos revelamos nuestro auténtico carácter, que está en nuestros defectos. Nací en el dominio de la familia. Tengo un hijo que me sucede, Jean-Louis. El secreto está en el ´ensamblaje´ del vino según la variedad geológica del ´terroir´... ¡Y es un secreto!

Chave es apellido español, el abad Chave hizo el estudio genealógico de la familia y localizó la primera mención en un archivo eclesiástico en 1481, donde ya se nos consignaba "vignerons" (viticultores).

Ha llovido mucho - o poco- desde 1481.

Con lluvia o sin ella, a nosotros siempre nos ha tocado trabajar cuesta arriba en los estrechos bancales laboriosamente excavados en las laderas de nuestro dominio del valle del Ródano, no lejos de Valence.

¿Todo a mano?

Todo a mano. Lo último que superamos fue la filoxera y la Primera Guerra Mundial: una generación murió en la trinchera y tuvimos que abandonar viñas por falta de operarios.

¿Las han recuperado?

Reconstruimos aquellos bancales abandonados llevando piedra seca que comprábamos de fábricas y grandes casas derruidas. Y seguimos haciéndolo todo sin máquinas, porque no caben en las parcelas empinadas.

¿Qué diferencia a la viticultura de hoy de la de sus tatarabuelos?

Para empezar, hoy la tecnología permite dominar la temperatura en la vinificación.

Magnífico.

Es un poder y también un peligro, porque, como todos tenemos la misma tecnología, todos podríamos acabar haciendo lo mismo.

¿Hay algo malo en el progreso de todos?

Que si todos lo usamos igual, perderemos la personalidad de cada terroir.

No veo por qué.

La historia es muy compleja y la viticultura también: tal vez no haya que ser tan perfectos y dejar que nos guíe el error.

¿. ..?

No hay que abusar de la perfección que permite la nueva tecnología, porque con tanta esterilización, filtrado..., los vinos acabarían siendo perfectos;es decir, sin fallos, pero también perfectamente iguales.

Es un punto de vista.

La verdad está en las viejas botellas: en ellas se acumula la sabiduría de muchos fallos.

Por ejemplo.

Nuestro blanco de 1923 tiene un matiz que mi abuelo consideró error... ¡Y lo era!, pero hoy ese mismo defecto lo hace único... Ymi abuelo tuvo el olfato de no desechar ni tratar de corregir ese original tropiezo.

Ya he he leído los ditirambos que les dedica el crítico Robert Parker.

Antaño, sin esa tecnología correctora que utilizamos hoy, hubo añadas catastróficas.

Hoy no serían tan malos.

La tecnología evita lo excepcionalmente bueno, pero también lo excepcionalmente malo. Pero lo preocupante es que así también reduce el gusto del consumidor.

¿En qué sentido?

El gusto se construye con los años por recuerdo de contrastes. Y al reducir ese recuerdo, simplificas también los matices del paladar y, con ellos, la cultura del vino.

Por ejemplo.

Los vinos viejos - hablo de veinte años o más- hoy ya son sólo de minorías.

¡Ya me gustaría a mí haber podido construirme un paladar con mi sueldo!

Tiene usted toda la razón y ese es el peligro. Sólo unos privilegiados pueden.

Ni siquiera están en las tiendas.

Por eso hoy muchos jóvenes considerarían un error en un vino viejo lo que en realidad es virtud y... ¡devolverían caldos excelsos!

Ya le creo.

Cuando podríamos conseguir que hubiera vinos viejos y buenos a precios asequibles. Hoy una especulación estúpida con los vinos está empobreciendo nuestros sentidos.

Cuestión de precios.

Y de costumbres: ¿en qué casa, incluso casas grandes y ricas, se piensa hoy en un rincón para que envejezca el buen vino?

No es habitual.

¡Un botellero al menos! Porque para llegar a la genuina expresión de la personalidad de un terroir en un caldo se requiere tiempo en bodega: 10, 12, 20 años. Sin ellos, el vino es sólo fruta y en ese estadio todos los vinos se parecen. Después adquieren personalidad propia, pero sólo con los años.

Como las personas.

Sí, digamos que un vino joven es a menudo como un bebé: todos son guapos, pero aún sin personalidad. Y con esa personalidad que se pierde, perdemos también la diversidad de su maridaje gastronómico.

Por ejemplo.

Sólo un vino viejo puede acompañar lo último que cociné para Les Enfoirés...

Traduzca enfoirés.

Es una palabrota y el club que formo con Alain Senderens, eterno tres estrellas del Carlton, los amigos Franco Martinetti y Joan Josep Abó y Jean-Pierre Perrin...

Exigentes y reputados viticultores y gourmands...¿Y qué les cocinó?

Becada fría, de la receta de un antiguo libro de caza suizo. En ella, la morosa decocción en vino blanco acaramela la becada hasta lograr el punto preciso de confit...

No siga, que he desayunado poquito.

Y luego hice un foie a la Subarov con trufas.

¡Oiga, que me espera un menú barato!

¡Ah!, amigo mío: cocinarlo fue tan placentero como degustarlo.

Le creo, le creo.

Pero... ¡esas botellas de más de mil euros! ¡Ridículo! Y desconfíe de ellas: a esos precios suelen ser una tentación irresistible para los falsificadores. Por eso, en Las Vegas cada día subastan toda la cosecha de Petrus de todo el año.



La Contra| página nº 64



samedi 21 août 2010

¿QUÉ ES UN SUELO?

Nuestros antepasados no se equivocaron cuando llamaron el planeta donde vivimos “Tierra”. En efecto, este mundo oscuro, único, que realiza la fusión entre lo mineral y lo orgánico, alberga 80% de la biomasa viva del planeta!

La vida se desarrolla en 3 medios: - La atmósfera
- el agua
- el suelo

El suelo, es sin duda el sistema más complejo, más frágil y más desconocido, y existe solamente en nuestro planeta.


El suelo está constituido por:

- el mundo mineral, que está alterado por las raíces y los microbios, y se transforma en arcillas, los minerales más complejos del mundo;
- el humus, que proviene de la descomposición de los desechos orgánicos (vegetales y animales), transformado por los hongos y la fauna en la molécula orgánica más compleja del mundo.

La unión, aparentemente incompatible de las arcillas y del humus creará el complejo arcillo-húmico: el suelo. La existencia de este complejo es solamente posible gracias a la fauna y a los micro organismos viviendo en el suelo.


Destruir esta vida, es destruir nuestros suelos.

(Inspirado del libro de Claude Bourguignon "Le sol, la terre et les champs"

¿COMO MUERE UN SUELO?

El suelo fascina por su increíble capacidad de albergar lo vivo. A pesar de eso, este medio donde vivimos, que permite alimentarnos, envejece de forma acelerada bajo nuestra acción. La tierra sufre de nuestros maltratos.

La muerte de un suelo, es su mineralización. Los Hombres ya han provocado la desertificación de 2000 millones de hectáreas, de los que 1000 millones han sido producidos durante el siglo XX!
Cada año en España, los suelos pierden 60 toneladas de tierra por hectárea.
En 50 años de agricultura intensiva, nuestros suelos han perdido 90% de su actividad biológica.



Un suelo muere siempre en 3 etapas:

- Primero es la muerte biológica, por la utilización de pesticidas y herbicidas, de abonos químicos y por labrar demasiado profundamente:
La fauna muere y la materia orgánica no se decompone, las lombrices no remontan la tierra, los hongos no fabrican el humus;

- A continuación, el humus no está atado con las arcillas, los abonos se marchan en las capas freáticas y los ríos, contaminándolos;

- Finalmente, una vez que la “química” ha desaparecido, que el ion calcio no une el humus y las arcillas, es el suelo que desaparece, las arcillas se van. Es la desertificación.


“La tierra sufre, y necesita amor, no tiritas”
Claude Bourguignon, microbiologista

mercredi 4 août 2010

Respuesta a Victor de la Serna

Respuesta a l'articulo de Victor de la Serna, "¿Verdad, mentira, camino al progreso?" de elmundovino.com, que publiqué en el Foro "La Sobremesa":

"No suelo escribir en los foros, que consulto generalmente solamente cuando unos amigos me aconsejan un link. Pero ya no puedo quedarme en silencio después de la lectura del articulo de Víctor de la Serna, “¿Verdad, mentira, camino al progreso?”.

Desde hace cuatro años vendo vinos naturales en Barcelona, me niego a entrar en polémicas, pero cuando estas nacen de datos erróneos, infundados y se divulgan de forma repetida en la página de un periódico de gran difusión, creo importante aclarar por una vez algunas controversias.

En este articulo, Victor de la Serna presenta primero el nombre de “vinos naturales” como “intencionadamente polémico”, implicando que los demás son “artificiales o antinaturales”.
Primero, como periodista, Victor de la Serna quizás debería informarnos de quién a tenido la “intención” de nombrar estos vinos de esta manera para crear una polémica? Empecemos entonces por mirar de más cerca de donde viene este calificativo de “natural” y hagamos un poco de historia.

Sabréis que la utilización de aditivos no es nada nuevo, Catón o Plinio el Viejo ya nos contaban como los vinos se aromatizaban, se acidificaban, se desacidificaban, como se añadía agua, sal etc. Pero parece ser durante los siglos 18 y 19 que aparece el calificativo “vino natural” (así como “vino artificial” o “vino falsificado”), en una época en la que el negocio del vino toma cada vez más importancia. Y sobre todo al fin del siglo 19 – principio del siglo 20, cuando la ciencia química progresa de forma espectacular y que todavía casi ninguna ley permite proteger el vino de los fraudes. Estos fraudes eran entonces principalmente debidos a la chaptalización, la aromatización, la añadidura de agua, de alcohol, de yeso, de taninos, de materia colorante etc, así como de productos nocivos como el litargirio o el plomo.

Numerosos profesionales se indignaron y denunciaron entonces estas prácticas, y definieron el “vino natural”. Por ejemplo en 1781, Samuel Ricard escribió en el “Traité General du Commerce”: “On appelle vin naturel, celui qui est tel qu’il vient de la vigne, sans mélange ni mixtion”. El biologo Jacques Brun, en su libro “Fraudes et maladies du vin” escribe en 1865 la definición de un vino: “C’est la liqueur alcoolique obtenue par la fermentation du jus de raisin sans la moindre addition d’autres substances”: Es el licor alcohólico obtenido por la fermentación del zumo de uva sin la menor añadidura de otras sustancias, en itálico en el texto, (antes de añadir “Nous estimons les vins d’autant meilleurs qu’ils sont plus naturels”).


Es Jules Chauvet quién volvió a utilizar este calificativo cuando, a principios de los años 50, empezó en el Beaujolais a elaborar vinos sin sulfuroso añadido.
Eso dicho, noto que de toda evidencia, para muchos, la definición misma de “vino natural” es una fuente de controversias, y parece molestar a mucho. Doy siempre mucha importancia al valor de las palabras, así que cuando una palabra me causa problemas, o si tengo que hablar sobre el significativo de un nombre, de un adjetivo, antes de escribir como el señor de la Serna “La definición del vino natural, para empezar, está por hacer”, suelo acudir a una herramienta de las más útiles: el diccionario, cuya utilización se aprende en el colegio.
Ya en 1841, encontramos en el Diccionario Universal francés-español de Ramón Joaquín Domínguez o en 1864 en el “Nuevo Diccionario francés-español” de Vicente Salvá y Pérez esta traducción para “Vin naturel: Vino natural o sin composición, puro”. Pero tampoco no hace falta ir tan lejos. En el diccionario de la Real Academia, encontramos esta entrada: “Natural: Hecho con verdad, sin artificio, mezcla ni composición alguna”.

Todos habréis entendido que es en esta acepción que hablamos de vinos naturales, es decir de vinos elaborados sin aditivos! En filigrana, eso significa evidentemente que otros vinos están elaborados, no de “forma artificial o antinatural”, como el señor De La Serna lo sugiere, pero con aditivos, lo que no representa, lo admitiréis, ninguna novedad, pero una realidad que no podréis negar.
Y cuando digo eso, para parafrasear Nietzsche, me sitúo más allá del bien y del mal, no emito ninguna valoración, no profeso ningún ideal universal, solamente constato una realidad difícilmente contestable.

De hecho, nosotros amantes de “vinos naturales”, y creo poder hablar en nombre de los payeses y de los consumidores, no estamos en absoluto en contra de otras maneras de elaborar los vinos, lo único que nos parece absolutamente inaceptable es que el vino, que sigue siendo considerado por la ley como un alimento, no tenga la obligación de llevar en la etiqueta lo que contiene, para informar el consumidor de lo que bebe. Si algunos quieren elaborar vinos con levaduras o bacterias seleccionadas, si necesitan acidificar, echar taninos, sulfuroso etc, me parece perfecto, pero que estas personas tengan la más mínima decencia de indicarlo en la etiqueta. O a lo mejor les daría vergüenza?


Por otra parte, no se donde Victor de la Serna encuentra un tono “agresivo” en el mero hecho de que una asociación definirá y comunicará su filosofía, siguiendo el lema de la asociación francesa: “Hacer lo que se dice, y decir lo que se hace”. Esta transparencia parece molestar a algunos, y que la simple idea de decir la verdad sea interpretado como un signo de agresividad me parece realmente sintomático de nuestra época (por cierto, desde hace algo como 6 meses, la asociación francesa, la AVN, se ha dotado de unas normas más precisas).


Curiosamente, los argumentos de los “enemigos del movimiento” son más o menos siempre los mismos: vinos que no se conservan, que se oxidan, que viajan mal etc. No entraré en estos temas para no prolongar demasiado esta carta. Algunas personas quieren que los vinos sepan siempre lo mismo, que sean “perfectos” desde la apertura de la botella, que se puedan hacer viajar, almacenar o conservar a 30°C sin que eso afecte al producto. Para conseguir eso, un cierto intervencionismo enológico es inevitable.
Nosotros consideramos el vino como un alimento vivo, cambiando, que necesita a veces si, a veces no un cierto cuidado; nos emociona que cada botella, cada trago nos enseñe sorpresas; no solamente nos gusta catar pero también, y sobre todo beber y celebrar el vino!

Y aquí no hay confrontación, ni ataques, ni polémicas, solamente dos maneras opuestas de aprehender la vida!
La presentación del libro de Alice feiring que organice en mi tienda no tenia para nada el objetivo de añadir brasa en el fuego, ni de denunciar a nadie, solamente de compartir una tarde, una cierta idea del vino, de comunicar e informar a estos que lo desean. Los que habrán leído el libro de Alice Feiring habrán constatado evidentemente que el subtitulo “como salvé el mundo de la parkerización” es, como no, puramente irónico!

No me gustaría que algunos vean en este “intento de explicación” la más mínima animosidad, solamente la voluntad de aclarar a sus lectores unos elementos que creo primordiales si queremos que la discusión siga un buen camino. Salud!"

Benoît Valée

lundi 24 mai 2010

TUSQUETS EDITORES Y L'ÀNIMA DEL VI PRESENTAN

Estamos orgullosos de anunciarles que la periodista norte americana ALICE FEIRING eligió L'ÀNIMA DEL VI para presentar en primicia nacional la tradución al castellano de su libro "LA BATALLA POR EL VINO Y EL AMOR O Cómo salvé el Mundo de la Parkerzación" (Tusquets Editores).

Os esperamos a partir de las 17h00 para compartir este evento en presencia ineliduble de los PRODUCTORES DE VINOS NATURALES !!!



ALICE FEIRING, periodista y escritora, fue columnista de la sección "vino y viajes" de la revista Time, colabora con publicaciones como The New York Times, New York Magazine, San Francisco Chronicle, Los Angeles Times etc.
Obtuvo el premio de la Fundación James Beard, su blog "Veritas in Vino" fue reconocido como uno de los siete mejores de su género por la revista Food & Wine. Su libro "The Battle for Wine and Love or How I saved the World from Parkerization" fue publicado en mayo 2008.


En su blog podemos leer:

"¿Que busco en un vino? Los quiero naturales y sobre todo, como de mis queridos amigos, quiero que me digan la verdad, aunque discutamos.
Intento aumentar las filas de estos que aman que cada millesime sea distinto, que aborrecen la homogenización, que quieren que los vinos les hagan pensar, sonreír, reír, que les hagan sentirse sexy".

dimanche 23 mai 2010

Un Vino Natural en La Vanguardia


Cuanto camino hemos recorrido! Me acuerdo cuando me fui con un par de botellas de Laureano
Serres a Francia para hacerlas probar a Thierry Puzelat (todavía se podía subir en avión con botellas!), me acuerdo también en una cena de la feria La Remise, cuando pregunté a Philippe Pinoteau (restaurante Le Baratin - Paris) lo que pensaba de sus vinos y como me contestó "C'est intéressant".

Ahora, Josep Roca (iniciado por el mismo Philippe Pinoteau) parece apostar por los Vinos Naturales, como lo hizo hace 30 años el gran Alain Chapel, lo que le convierte en el primer sumiller de España en entender estos vinos y en empezar a proponerlos en su restaurante "El Celler de Can Roca".

No quiero olvidar tampoco a Andres Conde que apuesta también fuertemente por los Vinos Naturales en su Restaurante de Santander, "La Cigaleña", y que nos sorprendió tan agradablemente por su gran sensibilidad hacia estos vinos.

dimanche 9 mai 2010

Segundo Salón de Vinos Naturales, misión: PLACER

Ya lo hemos hecho por segunda vez. Como el año pasado, el último domingo de marzo, volvimos a hacer arder el Convento de St Augustí de Barcelona con lo que creo era un gran abanico de las múltiples caras que pueden tomar los vinos naturales.

Fueron cerca de 500 personas las que se acercaron a nuestra fiesta, a pesar de que este domingo era el primero de las vacaciones!

Del Loira a Granada, de la Borgoña al Piemonte, del norte al sur de la Cataluña, cada uno se podía dejar llevar en la inmensa y alentadora diversidad que nos proponen unos vinos elaborados con respeto a la tierra, al entorno y a los hombres, con una excursión hacia los extraordinarios tes chinos y japoneses que importan Jing Jing y Ambrós desde su tienda ‘Tetere”, y las cervezas que elabora Àlex Padró en su “mini fábrica” del Hospitalet.

La presencia notable de cuatro viticultoras, en este universo dominado por lo masculino, fue un gran soplo de aire fresco y de poesía!

Fue destacable que un número mucho más elevado de profesionales y aficionados acudieran este año a nuestra feria, aunque la dificultad para muchos de ellos a la hora de entender estos vinos es evidente.

Las prácticas de cultivo rechazando herbicidas, abonos o productos de tratamiento químicos de síntesis reciben una atención que cualificaría de comprensiva (por una parte porque estos productos químicos son hoy en día difícilmente defendibles, y la ciencia está aquí para demostrárnoslo, y por otra parte porque es algo que no vemos desde nuestras ciudades, estamos alejados de la realidad de los campos, ya no sabemos observar a un suelo, una planta, y que un viticultor elabore su abono o quite las yerbas a mano seduce auque fuera por su lado “romántico”); la dificultad se expresa cuando se trata de experimentar los vinos elaborados sin aditivos. Porque entramos directamente en contacto con vinos que muy a menudo salen de todos los cánones que nos han transmitido, que se escapan de todos estos moldes más o menos fijos en los que nos encontrábamos tan cómodos, y definitivamente, los vinos naturales requieren una nueva aproximación de la cata.

Porque para entender estos vinos, es imprescindible cambiar, y de forma radical, su manera de degustar. Eso es sin duda la razón que explica porque pocas veces son los “entendidos” que despiertan o lideran estos cambios, pero los consumidores; los que no catan, pero beben; los que no reciben muestras de viticultores en espera de una buena crítica, pero que van semanalmente a comprar en tiendas sus botellas. Personas que no están enjauladas en normas conformistas e inmovibles. Personas que tienen un objetivo obvio: el placer.

Entre poner un nota a un vino y tener como objetivo soberano el placer, tenemos un mundo! Dos opciones de vida, dos filosofías se chocan para casi nunca cruzar sus caminos.

Y aquí esta la razón que hace que, en países donde ya se bebe desde hace tiempo vinos naturales como en Francia, Italia, Bélgica, Canadá, Japón etc., observamos que los consumidores que empiezan a disfrutar verdaderamente de este tipo de vino no pueden volver a beber los vinos que bebían antes. No hay marcha atrás. Los vinos convencionales ya no entran, el cuerpo no los acepta. Y no conozco a nadie capaz de disfrutar con la misma intensidad de un Côt de Thierry Puzelat un día y con un Mouton Rothschild el día siguiente, no conozco a nadie que le gustaría de la misma manera un Macabeo de Laureano Serres y un Clos d’Agon blanco. No hay peleas, no hay mal entendidos, solamente dos maneras de mirar el mundo.

En nuestra cultura judeocristiana, existe una verdadera dualidad entre el cuerpo y el alma. El cuerpo, pecador, culpable, odiable, mortal, y el alma, eterna, que nos une al mundo de las Ideas y Conceptos puros. Una real esquizofrenia del cuerpo como lo dice el filósofo Michel Onfray.

El vino sometido al juicio del degustador debe acercarse a esta imagen perfecta, a este vino soñado, idealizado, fantaseado. El vino está primero sometido a la vista, el sentido noble por excelencia; y a continuación al olfato y al gusto, los sentidos más animales, que nos agarran a la tierra. Pero como si fuera una promesa de placer demasiado tentadora, el vino es rechazado y escupido. Se quedará el espacio de un momento en la boca, sin penetrar más allá en nuestra carne.

Desde Platón hasta hoy, pasando por supuesto por Kant y el idealismo alemán, la filosofía “oficial” siempre nos ha llevado a pensar que existe una Idea de lo bello, que existe una universalidad de la belleza.

Poner una nota a un vino, quedarse en esta verticalidad del juicio de valor no es otra cosa que admitir que un “gran vino” corresponde a un Ideal al que cada vino debe acercarse. Un Ideal que, de hecho, deja poco sitio para la diversidad, puesto que todos los vinos deben confluir hacia el mismo punto. Es colocar el objeto sometido a nuestro juicio en una visión estática, cuando los amantes de vinos naturales se posicionan en una visión dinámica.

Como Marcel Duschamp revolucionó nuestra manera de pensar el arte, los vinos naturales revolucionan nuestra manera de pensar la cata. Algunos pueden quejarse, enfadarse, rechazar el Urinario de Duchamp o una volátil un poco subida, lo que no podrán nunca negar, que les guste o no, es que de la misma manera que no se puede pensar el arte contemporáneo sin Duchamp, nadie puede objetivamente negar que el futuro del vino no se podrá nunca pensar sin la poderosa influencia de los vinos naturales.

En fin, una vez más, esta feria fue una verdadera fiesta, una invitación a volver a encontrar la esencia del vino en lo que creo su función fundamental: unir a la gente, compartir, intercambiar, para celebrar la vida!

samedi 6 mars 2010

MENTIRAS PIADOSAS

Hace poco más de una semana, un comercial pasó por la tienda para venderme lo que me anunciaba como el primer vino de España elaborado sin sulfuroso. Me pregunté unos segundos si era un intento de humor, pero no, el hombre estaba totalmente serio. Serio, no digo convencido, no estoy seguro de que estuviera realmente al corriente de lo que intentaba contarme. Así que después de recordarle que hace miles de años que se elabora vinos sin sulfuroso y que hace ya tiempo que viticultores han vuelto a elaborar vino sin este aditivo en la península (pues si chico, antes de avanzar tus argumentos de venta, infórmate un poco, si no es demasiado pedirte), me presentó el dicho vino: "Pura Sangre 2009", de la bodega Arúspide. Curiosamente, no se presenta este vino en la página web de esta bodega.

Una vueltecita por Internet y aquí están las informaciones: Bodega Arúspide, son 130 hectareas, 400 barricas, en la DO Valdepeñas. Con todo eso, claro que pueden presentar Pura Sangre como una "edición limitada de ... 16000 botellas. Y efectivamente, por Internet, Pura Sangre se presenta como el "primer vino sin sulfitos de España".

La lectura de la página Web de Arúspide nos aclara un poco sobre su filosofía. De hecho, la sección "Filosofía", con su original "mantener el espíritu tradicional y vanguardista" no nos dará muchas informaciones, como era de suponer. Aunque buscando en el "cuestionario Proust" del director gerente y del jefe de producción, a las preguntas "las tres cosas que más te disgustan en este mundo", encontramos las respuestas: "la falsedad" por uno, y "Gente que no van con la verdad por delante" para el otro.
Hombre, business is business! "No me gusta la falsedad, pero si hay que vender, una pequeña mentira no hará daño a nadie!", deben pensar a la hora de poner en el mercado el "primer vino sin sulfuroso de España"...
Considerando los otros vinos de esta bodega, los niveles suben hasta 115mg de total (a pesar de todo, hay que alabar esta bodega que tiene la valentía de comunicar los niveles de sulfuroso de sus vinos en su página Web)...

Curiosamente, pocos días después, Laureano Serres me envió este link. Una bodega superaba a Arúspide, presentando el primer vino sin sulfuroso de España y, como no, de Europa, si señor! Siempre hay algunos que piensan que cuanto más enorme es la mentira, más creíble parecerá. La bodega en cuestión se llama Explotaciones Hermanos Delgado, DO Mancha, y el vino se llama Macatela. Por lo menos, esta bodega de 270 hectáreas tiene la decencia de trabajar sobre la totalidad de su viñedo de forma ecológica, pero evidentemente, todos sus otros vinos están elaborado con niveles tristemente estándares del orden de 80 mg de total. De lo que veo por Internet, las filtraciones parecen claramente estériles.

Dicho todo eso, la verdad es que no me molesta para nada que empresas de gran tamaño, con técnicas industriales, realicen vinos sin aditivos. No creo que el "vino natural" deba quedarse en un nido de pequeños artesanos, elaborando pequeñas cantidades de vino para un número reducido de consumidores. Lo que me parece intolerable es que algunos empresarios que salen de la nada se metan en esta meta de elaborar un vino sin sulfuroso añadido, no porque creen sinceramente en el camino que han decidido seguir, pero porque la cuenta de resultados pide que se abran otros mercados.
Me indigna que sucedáneos de periodistas no sean capaces de hacer su trabajo, es decir buscar información y verificar la veracidad de esta para publicar noticias fiables. Es una falta de respeto para el público, y una falta de respeto para todos estos viticultores-artistas que impulsan estos tipos de vinos, que nos abren puertas y nos enseñan que trabajar de esta forma no es una utopía.

Frente a la apisonadora liberal, los viticultores y los consumidores deben tener claro que el "vino natural", es ante todo una ética, una política y una estética.

"De un lado se encuentran los partidarios de la pureza de los vinos, del otro aquellos a los que les da miedo. Entre los dos, hay la posibilidad de una revolución en el mundo del vino. Esta última necesita literatura". Alice Feiring en "The Battle for Wine and Love: or How I Saved the World from Parkerization".

PD: La verdad, es que el vino de la bodega Arúspide no estaba mal, para nada (el precio es otro tema, 7 euros y pico sin iva, precio de venta para tienda), era digestivo, fresco, con una fruta bien presente y notas de café ligeramente amargas.