dimanche 19 avril 2009

SALÓN DE VINOS NATURALES EN BARCELONA

"Nous partîmes cinq cents; mais par un prompt renfort - nous nous vîmes trois mille en arrivant au port. "

Le Cid (1636), IV, 3, Rodrigue
(obra de teatro en versos – siglo XVII)



A la manera de Rodrigue contando sus aventuras en Le Cid de Pierre Corneille, podríamos decir que nos fuimos una pequeña veintena al convento de St Augusti de Barcelona y de repente, nos vimos unos 500.
Cuando decidimos organizar este primer encuentro de viticultores caminando todos con la misma idea de elaborar vinos sin el recurso a ningún tipo de aditivos, no teníamos la más mínima idea del interés o del entusiasmo que podríamos suscitar. Cuantas personas nos vendrían a visitar? Cincuenta, cien, doscientas?

La idea era bastante simple: por 5 euros, regalábamos una copa Spiegelau Expert, y se podía catar de forma totalmente libre los vinos de todos los viticultores presentes. Y allí, no había ningún enólogo, ningún comercial o represente, no. Los viticultores estaban aquí para explicar su manera de trabajar e intentar que cada visitante entendiera mejor sus vinos.

Como reconocer a un viticultor? Mirar sus manos, son sus tarjetas de visita!

Por lo tanto, creo que nadie esperaba una semejante afluencia. De las 11h00 a las 20h00, ayudado por la tregua de las lluvias que se pararon milagrosamente justo al principio de la feria, la gente no paro de llegar, no dejando ni un momento de respiro a los viticultores que no se cansaron de contestar pacientemente a todas las preguntas de los visitantes y de llenar las copas de vino y de ilusión.

Hemos querido esta feria abierta a todos, sobre todo abierta a todos! Sin barreras, sin partidismo, sin sectarismo. El resultado fue un variado abanico de gente compuesto de profesionales, cocineros, sumilleres, aficionados, interesados, clientes de L’ànima de vi, amigos, así como curiosos, atraídos por nuestra propuesta, y que fueron en gran parte los responsables del ambiente relajado, amistoso, fraternal y festivo que inundó el espacio de un domingo el Convento de Sant Augustí.
Porque para nosotros, el vino es sinónimo de todo eso, es un vínculo de fraternidad, de la buena convivencia, es un elemento simbólico del intercambio, del “compartir”. Es un vínculo entre el sol, la tierra y el Hombre.

Nuestro primer objetivo era por supuesto presentar esta “otra forma de pensar la agricultura y la elaboración del vino”, viticultores trabajando todos sin el recurso a ningún tipo de herbicidas, abonos o productos de tratamiento químicos de síntesis en el campo y que, en plena coherencia con esta forma de actuar, elaboran vinos tampoco sin la ayuda de ningún aditivo, por lo menos hasta el momento de embotellar donde algunos pueden echar una pequeñísima cantidad de sulfuroso (en general algo como 10 o 20 mg/l). Viticultores que no tienen vergüenza de decir lo que hace y como lo hacen. “Decir lo que se hace, y hacer lo que se dice”, para citar el lema de la Asociación ce Vinos Naturales francesa (AVN).

Pero queríamos igualmente transmitir cuanto, el vino se inscribe en un registro plenamente hedonista y libertario. Porque el vino natural abre un inmenso espacio de libertad, desvela lo esencial, promueve la diversidad y la individualidad, no se esconde detrás de ninguna máscara, se presenta desnudo, con sus virtudes, sus calidades, y también sus defectos, sus irregularidades, sensible como lo es todo lo vivo, cambiante, sorprendente, seductor e iconoclasta.

Libertad y generosidad son dos palabras que podrían resumir perfectamente esta feria. Desacralizar el vino, “desintelectualizarlo”, para ponerlo al sitio que mejor le conviene: darnos placer. Fue absolutamente vano e inútil cualquier intento de clasificar los vinos presentados, jerarquizarlos, porque todos estos se escapan de todos los moldes, porque lo más interesante entre dos vinos no es que uno sea mejor que otro, pero que uno sea diferente del otro. Porque cada uno de estos vinos catado dentro de un mes, de un año será otro. Vinos vivos, intensamente vivos. Como nosotros…

Salud!


Quiero agradecer a todos los que hicieron el desplazamiento hacia nuestra feria. Gracias a vosotros y a los 5 euros que nos dejasteis antes de entrar, conseguimos pagar las copas que os regalamos así como el alquiler del espacio. Pudimos equilibrar todos los gastos y animarnos para ofreceros el año que viene una feria que otra vez os sorprenderá!